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Consejos para mantener la salud mental y emocional durante la jubilación

24-04-2023
Mantente positivo durante tu etapa como pensionado

Aunque en el imaginario de las personas, la jubilación es una etapa de ensueño, llena de viajes, descanso y cero preocupaciones, la realidad a la que muchas personas tienen que enfrentarse a diario está lejos de ser color de rosa. Recuerda que pensionarte también es sinónimo de reducir o incluso eliminar, por completo, todo lo relacionado con tu identidad profesional, por lo cual es normal que dejes de ser “el médico”, “la jefa”, “el abogado” o “la arquitecta” a simplemente ser tú: “el pensionado”. Este cambio, sin duda radical, tiene el potencial de generar un impacto (negativo y positivo) con el cual las personas a veces no saben cómo lidiar. 
 

Si te pensionaste recientemente y todavía no has logrado adaptarte a todos los cambios que implica esta nueva fase de tu vida, ¡has llegado al lugar perfecto! En este artículo de Bayport te compartiremos algunos consejos para que no solo puedas lidiar de forma asertiva con todas estas transformaciones, sino también para que mantengas en perfectas condiciones tu salud mental y emocional durante la jubilación. ¡Alista lápiz y papel y presta mucha atención a la información que te compartiremos a continuación! 
 

¿Qué cambios se podrían presentar en esta nueva etapa? 
 

Pensionarse es, indudablemente, un proceso en el que los cambios son inevitables. En esta etapa, empiezas a disponer de más tiempo libre y dejas atrás la zozobra y el estrés con los que te habías acostumbrado a lidiar a lo largo de los años. Y, aunque este cambio es más que bienvenido, después de tanto tiempo “padeciendo” estos factores como una constante en la vida, dejarlos atrás puede ser realmente difícil. En conjunto con ello, también debes hacer frente a otras situaciones que te son desconocidas y que te pueden llegar a abrumar si no sabes cómo gestionarlas; algunas de las más comunes son:  
 

- La “luna de miel”: este periodo, que suele aparecer justo después de jubilarse, se caracteriza porque las personas experimentan un sentimiento profundo de libertad y alegría. Durante esas primeras semanas te sientes liberado y feliz mientras tu mente imagina todo lo que puedes llegar a hacer a partir de ese día con todo el tiempo que tienes ahora a tu completa disposición. 

 

Desde viajes por el mundo hasta cursos de todo lo que siempre habías querido aprender, las actividades con las que empiezas a llenar tu agenda pasan a ser innumerables. El sentimiento en sí aparenta ser positivo, pero requiere un poco de control para evitar episodios graves de tristeza o rabia ante cualquier desilusión como un plan cancelado, falta de recursos para salir de viaje, etc.

 

- Falta de actividad: otro de los principales cambios durante la jubilación tiene que ver con la falta de ocupaciones. En tu trabajo seguramente tenías que lidiar con mil cosas a la vez, razón por la cual solías estar agradecido por cualquier espacio libre; durante tu jubilación, habiendo superado la etapa de “luna de miel” muy seguramente tendrás que atravesar una crisis relacionada con la falta de actividad. Serán muchas las mañanas en las que te levantarás pensando qué puedes hacer para llenar ese vacío de energía, llegando incluso a anhelar o a sentirte nostálgico por tu antiguo trabajo. 

 

A pesar de que es una etapa normal durante los cambios que implica convertirte en pensionado, no debes dejar que las emociones o vacíos te sobrepasen o de lo contrario puedes caer en episodios de depresión, frustración o hiperactividad.

 

- Crisis de identidad: como te mencionamos al inicio, ahora que eres pensionado, tu identidad, que usualmente estaba conectada de forma directa con tu perfil profesional, también se ve obligada a cambiar en pro de adaptarse a su nueva realidad actual. 

 

Ya no eres “el profesor”, “el capitán” o la “empresaria”, porque lo que te representaba tanto, en la mente de los demás y en la tuya, ha cambiado y debes entonces pasar a enfrentarte a la disyuntiva de “¿quién eres ahora?”. Si estás en esa etapa, ¡no te dejes llevar por el miedo! Poco a poco, al igual que lo hiciste hace muchos años, volverás a encontrar las palabras, actividades y demás con las que te puedas sentir nuevamente identificado.  

 

¿Cómo puedes de cuidar tu salud mental durante esta nueva etapa?   
 

Ahora bien, como seguramente has podido notar, durante esta etapa de tu vida, las emociones y los sentimientos pasarán a ocupar una posición importante en tu día a día. Desde esas primeras semanas llenas de felicidad por la libertad recién adquirida hasta los meses posteriores en donde la falta de actividades y la crisis de identidad te harán experimentar depresión, nostalgia o decepción, tu salud mental y emocional las sentirás más presentes que nunca.  
 

Para evitar caer en episodios graves que representen una amenaza para tu seguridad, a continuación te compartimos algunos consejos para que des respuesta a tu pregunta sobre “¿cómo cuidar de mi salud mental en mi jubilación?”: 
 

  • Acepta que tu vida cambió e intenta reconciliarte con el hecho de que esa vida y ritmo laboral al que estabas acostumbrado, no va a regresar.  
     
  • Permítete sentir esas emociones, incluso las negativas, procura no reprimirlas; recuerda que esas sensaciones son transitorias, por lo cual, el hecho de que hoy te sientas triste o enojado, no significa que te sentirás de esa manera durante el resto de tu jubilación. 
     
  • Cambia tu actitud y muéstrate abierto a este y el resto de cambios positivos que vas a tener que vivir a partir de ahora. 
     
  • No te aísles y acude, en caso de que lo necesites a otras personas, desde amigos y familiares hasta expertos en salud mental como psicólogos o consejeros.  
     
  • Incluye en tu rutina actividades saludables que te permitan no solo cuidar y relajar tu mente, como el yoga o la meditación, sino también mantener en forma tu cuerpo como las caminatas al aire libre, montar bicicleta los fines de semana, etc. 
     

Además, recuerda que en esta nueva etapa no estás solo y las ventajas a las que puedes acceder solamente por ser pensionado son innumerables; desde filas preferenciales hasta préstamos exclusivos para pensionados, las opciones son muchas. Por ejemplo, si necesitas disponer de más recursos para llevar a cabo esos sueños de viajes, compras e inscripción en innumerables cursos, ¡tu aliado financiero en estas aventuras es Bayport! Con nuestra línea de préstamos para jubilados y pensionados, ya no tienes que posponer ninguno de tus planes. ¡Aprovecha todo ese tiempo libre del que ahora dispones, solicita tu crédito con nosotros y pon tu mente a volar con los planes más divertidos para ti y tu familia!

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