¿Qué es y cómo se mide el Índice de Desempeño Institucional de las entidades públicas?

Las instituciones públicas, al igual que las empresas privadas, también realizan minuciosos procesos internos con el propósito de garantizar la calidad, el buen servicio y buscar la satisfacción de cada uno de sus públicos, sin importar si son internos o externos. En este sentido, conocer cómo se realiza este proceso, les permite evaluar sí están desarrollando adecuadamente sus funciones o si, por el contrario, es necesario realizar una reestructuración de procesos que les ayude a manejar adecuadamente sus puntos débiles. 

¿Existen varios índices de desempeño?

Así es, en las organizaciones del sector público colombiano coexisten al mismo tiempo diferentes mediciones que permiten estudiar la ejecución de los procesos. El objetivo de este esquema de medición es determinar si se están resolviendo efectivamente cada una de las inquietudes y necesidades de los ciudadanos. La idea es que estas dudas puedan ser resueltas con tiempos óptimos de respuesta y bajo criterios de calidad, legalidad, integridad y transparencia. 

Por otro lado, el observatorio de carrera administrativa, se encarga de dimensionar cómo son las actuaciones de los funcionarios públicos. Para ello, asignan calificaciones que dependen, principalmente, de su desempeño en varias funciones. De hecho, el decreto 1083 de 2015, lo define como una herramienta de gestión que, con base en juicios objetivos, sobre dimensiones como la conducta, las competencias laborales y su aporte al cumplimiento de las metas particulares de cada institución. 

¿Qué se tiene en cuenta a la hora de evaluar una institución?

Los parámetros que se evalúan parten del Modelo Integrado de Planeación y Gestión (MIPG). Se trata de un contexto a partir del cual se busca definir variables claves sobre las cuales gestionar, medir, ejecutar, planear y hacer seguimiento. En este sentido, la intención es obtener un panorama general que permita reunir en un mismo lugar todos los elementos que se necesitan para garantizar que una organización funcione con eficacia y transparencia. 

También, existe una matriz sobre la que se especifican las dimensiones que se desarrollarán. En cada una, a su vez, se cuantifican otros aspectos específicos, estas son: 

1. Talento humano: en ella se evalúa cómo se está llevando a cabo este proceso en cuanto al ciclo de vida del funcionario, es decir, se determina el progreso de cada etapa: ingreso, desarrollo y retiro. Además, se promulga la formación de competencias, la aplicación de estímulos y el desempeño de cada individuo. En este punto también se estudian e implementan programas que pueden incrementar el bienestar, como, por ejemplo, el acceso a créditos para empleados públicos.

2. Direccionamiento estratégico: se encarga de determinar con cuáles recursos cuenta la entidad para guiar su labor institucional a la hora de gestionar, satisfacer y garantizar los derechos de los ciudadanos que acceden a los diferentes productos o servicios. Otro punto a sumar en este caso es realizar una evaluación de los riesgos que puede afectar la administración. 

3. Gestión de valores: a través de él se miden cada uno de los impactos declarados en el MIPG. A partir del modelo de gestión, contenido en el punto anterior, en este se ponen en marcha todas las acciones que hacen posible la obtención de estas metas. Para su cumplimiento se tienen en cuenta la Política de Transparencia y otros documentos públicos enfocados en combatir la corrupción. 

4. Evaluación de resultados: se encarga de establecer cuál es la capacidad de la entidad para reconocer los avances en su gestión. Para ello se ejecuta una comparación entre oportunidad, cantidad y calidad. También, se busca un compromiso de la entidad al momento de evaluar aciertos y desaciertos. 

5. Información y comunicación: es el punto encargado de dimensionar cómo es la planificación de los documentos. También, evalúa cuáles son los canales de comunicación más acordes de acuerdo a los propósitos y capacidades organizacionales definidas. 

6. Gestión de conocimiento: al ser transversal sobre las demás dimensiones, la idea es que todo el conocimiento y documentos de soporte creados sean preservados con el propósito de que esta información sea útil para los futuros colaboradores. A su vez, le dan mayor robustez a la institución a través de la innovación y la mejora constante en la prestación de productos y servicios. 

7. Control interno: establece los lineamientos que permiten mejorar la gestión y controlar cuáles son los resultados propuestos con el fin de materializar las acciones que se determinaron desde la planeación institucional. En este sentido, la clave es comprobar y asegurar que las demás dimensiones estén cumpliendo su propósito. 

Sin duda, el índice institucional implica el desarrollo de etapas consecuentes con el objetivo que se quiere cumplir, en este sentido, garantizar tanto la eficiencia como la calidad, son dos de las metas que deben permanecer en mente de todas las instituciones que pertenecen al Estado. 

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